El director
australiano Justin Kurzel da vida en la gran pantalla a los principales
personajes de una conocida saga de videojuegos de la distribuidora Ubisoft.
Para tal fin emplea las artes de, entre otros, Michael Fassbender, Marion
Cotillard, Jeremy Irons así como los españoles, Hovik Keuchkerian, Javier
Gutiérrez y el anodino Carlos Bardem.
A finales del
siglo XV tenía lugar una simpar disputa entre los caballeros templarios y una
congregación llamada los assassins, Santa Inquisición mediante. Ya en nuestros
días, una doctora emplea sus capacidades y dinero junto a su padre en un
experimento que permita regresar los recuerdos de épocas pasadas por medio del
ADN. Así es como se hace valer de un condenado a la pena mayor, descendiente de
aquellos linajes mencionados para conseguir un fin que no es quizá el más
encomiable.
Muchas
alusiones a España, tanto a la de 1492 como a la de nuestros días. Escenas algo
complejas de entender pero de una calidad gráfica asombrosa. Algo enrevesado
argumento en sintonía con los videojuegos y comics en los que se basa. Bien
conjugados el doblaje al castellano y las voces originales patrias. Como
detalle, será del agrado de los seguidores del Club Atlético de Madrid.
NOTA: 7
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