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miércoles, 6 de enero de 2016

Creed. 2015. Deporte



Ryan Coogler dirige la que puede ser denominada séptima parte de la saga “Rocky”. Los actores principales son, esta vez, el joven Michael B. Jordan y, como no, Sylvester Stallone.

Uno de los principales y primeros rivales en el ring del famoso boxeador en la gran pantalla Rocky Balboa, dejó descendencia poco antes de fallecer. Un vástago que durante sus primeros años de edad estuvo de internado en internado hasta que una de las mujeres de su progenitor le acoge.
Ya en la veintena y con un aparente trabajo estable y una vida acomodada, dedicándose al boxeo de manera poco menos que clandestina, decide que quiere seguir los pasos de su padre y dedicarse a ser púgil profesional. Para ello se muda de Los Ángeles a Philadelphia e intenta convencer al mismísimo Balboa de que le entrene en el noble arte de esta disciplina deportiva.

A los amantes de la saga en particular y del boxeo en general les puede ser de mucho agrado. Pero como en casi toda película de este tipo que se precie, aparecen el drama y el romance. Quizás eso ya no les guste tanto. Muy buenas escenas en los combates aunque es difícil que lo que en ellos ocurre suceda en los asaltos de peleas reales. La he visionado en VOSE y no puedo opinar sobre el doblaje. Eso sí, como curiosidad, la voz original de un Sylvester Stallone muy deteriorado se asemeja mucho a la del emérito Rey Don Juan Carlos I.

NOTA: 8



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