Si hablamos del actor Martin
Lawrence, la sonrisa tiene que llegarnos ipsofacto dado que es uno de esos
artistas tocados por la negra varita mágica de lo humorístico.
Nuestro más destacado y casi
único protagonista es un ladrón negro de guante blanco que consigue un botín en
forma de pequeño pero muy valioso diamante. Poco antes de ser capturado lo
esconde en un lugar que después se convertirá en lo que nunca pensó que podría
ser durante su estancia entre rejas.
Artimañas y gags curiosos se
dan cita en esta película para toda la familia.
NOTA: 6
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