Los jóvenes actores Sarah
Michelle Gellar, Ryan Phillippe y Reese Whiterspoon dan vida a los
protagonistas de una película con un más que marcado cariz sexual y quizá algo
incestuoso.
Se dice que cuando el diablo
no sabe que hacer, mata moscas con el rabo. En este caso y salvando las
distancias, podría decirse que cuando unos hermanastros ricos y que lo poseen
prácticamente todo se aburren, juegan a engañar a otros por pura diversión con
apuestas tan maquiavélicas como la que inunda en argumento de este film.
Si juntamos sexo con poder y
riqueza y lo aliñamos con unos personajes bien agraciados físicamente, el plato
se convierte en muy apetecible.
NOTA: 9
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