Scott Waugh
utiliza el nombre de la popular saga de videojuego de carreras de coches para
esta peli en la que Aaron Paul, Dominic Cooper, Michael Keaton y el artista
musical Kid Cudi son las caras más reconocibles.
Un piloto de
carreras clandestinas de coches de gran cilindrada posee un taller en horas
bajas cuando recibe el encargo de poner a punto uno de los “muscle car” más
potentes que existen. El propietario es su archienemigo pero necesita ese
dinero urgentemente. Tras venderlo acepta una apuesta de ese mismo engreído y
en ella resulta fallecido el mejor amigo del conductor y mecánico.
A partir de
entonces empezará a cocinarse una venganza a fuego lento que no podría ser en
otro lugar que sobre el asfalto.
Derroche casi
sin precedentes de coches imponentes y marcas como Ferrari, McLaren, Bugatti,
Shelby y, como no, Ford Munstang.
Tal vez el
personaje principal no sea el más adecuado para un film de este estilo pero con
tamaño despliegue de caballos de vapor y gasolina, no resulta definitorio.
NOTA: 8
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