No hay
director ni actores reconocibles por el gran público en este film
estadounidense de 88 minutos de duración que en apariencia puede creerse de
terror pero nada más lejos.
La ciudad de
Detroit no parece vivir su mejor momento y ello lo sabe bien un trío de jóvenes
que en su afán por querer hacerse con dinero fácil, se dedican a robar
domicilios. Su próximo objetivo parece sencillo. Una casa alejada del bullicio
en la que un ex militar invidente guarda una importante compensación económica
tras haber perdido a su hija en un accidente.
Angustiosa
tal vez, eso sí, pero no contiene escenas terroríficas ni en sí la trama lo es.
Alguna escena un poco exagerada pero en general una trama que esconde otro argumento
que se conoce a medida que pasan los minutos. Bien hecha aunque pasará poco
menos que inadvertida por la cartelera y para la crítica.
NOTA: 6
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