Ganadora, no sé si
justamente o no de 4 premios Oscar de aquel año, es una peli dirigida por el
incansable Clint Eastwood que cuenta también con él como actor junto a, por
ejemplo, la oscarizada Hilary Swank y
Morgan Freeman entre otros.
Un ex entrenador de éxito
vive ahora regentando un gimnasio donde entrena a púgiles de nivel más amateur.
Todo parece calmado en la vida de este instructor de boxeo hasta que llega como
un vendaval una joven muchacha que desea pelear profesionalmente y no parará
hasta conseguirlo. Pese a las primeras reticencias del veterano monitor, accede
a ello llegando a un nivel a priori impensable para ambos.
Todo parece ir viento en
popa pero hay momentos en los que, de la manera menos pensada, las cosas pueden
dar un giro radical.
Emotiva sí, pero quizá algo
forzada, hará que los más sensibles tengan los sentiemientos a flor de piel a
lo largo del tramo final del film. Desde mi punto de vista, no mereció tanto
premio. Es más, si el director no hubiera sido quien es, otro gallo hubiera
cantado. Aún así, buena peli.
NOTA: 8
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