Oliver Hirschbiegel, experto
en la dirección de series televisivas, se embarca en el polémico proyecto de
esta película que tiene al actor suizo Bruno Ganz encarnando al personaje
principal que es, nada más y nada menos que Adolf Hitler.
Se cuentan los últimos días
del dictador alemán de origen austriaco tristemente conocido por ser el
artífice de las barbaridades del nazismo a mitad del siglo XX.
Una interpretación magistral
del artista principal antes mencionado hace llenar de cruel realismo cada
fotograma de este film mitad histórico, mitad humano, dotando al totalitario
führer de sentimientos aparentemente inexistentes para él. También haciéndose
eco de la desesperación que inunda el bunker donde se centraliza la
escenografía.
NOTA: 10
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