Poco más de
hora y media de film estadounidense dirigido por Johnny Martin en el que los
actores Al Pacino, Karl Urban y Brittany Snow serán quienes encarnen a los
principales personajes.
Un veterano
policía se une a otro más joven pero con menos experiencia para intentar
esclarecer una serie de asesinatos con un denominador común; en los cadáveres
aparece una letra grabada en el torso y en la pared más cercana, el dibujo de lo
que parece ser una imitación al famoso juego del ahorcado. A la pareja de
agentes se le une una periodista que aprovechará para documentar el caso y
hacer alguna indagación extraoficial.
Por
desgracia, cabe destacar el mediocre doblaje al castellano. La trama en sí es
interesante pero no resulta bien hilada. Posee varios eslabones en el argumento
que no están bien unidos. Pese a ello se hace soportable dado el carácter
misteriosamente intrigante de una sombría película que pasará sin pena ni
gloria. No confundir con la obra española de 2008 con mismo título.
NOTA: 5
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