La cineasta
estadonidense Robin Swicord dirige este film de 106 minutos en el que Bryan
Cranston y Jennifer Garner son los interpretes de los principales personajes.
Otro
interminable día en la vida de un exitoso ejecutivo neoyorkino. De vuelta en el
mismo monótono tren. Esta vez se estropea y hace que el protagonista tenga
incluso más tiempo para pensar en lo poco que le gusta la vida que lleva. Al
llegar a casa, un pequeño mapache hurga entre su basura y se cuela en el desván
de encima de su garaje. Desde allí, el hombre puede ver lo que ocurre en su
casa. Observa a su mujer, a sus hijas gemelas. Y piensa, y da vueltas, y decide
quedase en ese inhóspito lugar. Apagar su móvil. No dejar rastro. Que todo el
mundo piense que ha desaparecido.
El argumento
es cuanto menos original. La manera de llevarlo a la pantalla quizá no lo sea
tanto. Tal vez el propio hecho de que no sea algo común en la filmografía haga
que pese a no ser una trama muy atractiva a primera vista, el deseo de conocer
los pormenores de los acontecimientos enganche. Correcto doblaje al castellano.
NOTA: 6
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