Película del
todo francesa que dirigen Philippe Lacheau y Nicolas Benamou y con actores muy
poco o nada conocidos para el público foráneo.
Un joven
recepcionista lleva un tiempo más que prudencial esperando la oportunidad de
poder reunirse con su jefe para enseñarle parte de sus trabajos y así llegar a
dedicarse a lo que más le gusta que es dibujar cómics. El mismo día de su
cumpleaños decide armarse de valor y subir a hablar con el mandamás para tal
cometido, pero este, lejos de hacerle demasiado caso, le encomienda la labor de
hacer de canguro de su hijo pequeño. Pese a que esa noche ya tenía planeada una
fiesta de celebración, acepta el cometido. Todo parece ir bien en un principio
pero a la mañana siguiente, el padre de la criatura y su esposa reciben una
llamada de la Policía del lugar alertando de un “pequeño” incidente acaecido en
su casa de madrugada.
Divertida y
con alguna escena hilarante, no se trata de un film de fiestas salvajes
americanas pero en cierto modo se le asemeja. El doblaje al castellano es bueno
y puede ser vista por todos los públicos salvo por alguna escena quizás un
tanto subida de tono.
NOTA: 6
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