Lo que
podemos denominar como un clásico de intriga de los 80 que dirige Alan Parker y
protagonizan nada menos que Mickey Rourke y Robert De Niro entre otros.
Basada en la
novela de William Hjortsberg, esta muestra de cine negro narra la historia de
un detective privado de medio pelo que es llamado por un extravagante cliente
para que esclarezca el caso de la desaparición de un hombre de un conocido
sanatario. El sagaz investigador utiliza unos métodos poco corrientes y se va
hospedando donde el caso en ciernes le lleva. A medida que va siguiendo pistas
su implicación es mayor y no puede dejar de obsesionarse e inmiscuirse cada vez
más.
Partiendo de
la base de que es un film con cierta solera no deja de ser un tanto chirriante
el doblaje al castellano, sobretodo el del personaje que interpreta Mickey
Rourke.
Se trata de
una perturbadora película que tampoco deja muy buen sabor de boca pese a un
final de los que no se esperan.
NOTA: 6
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