100 minutos
justos en los que el director británico Steven Knight nos cuenta esta historia
en la que Jason Statham encarna al personaje principal.
Hay que ser
muy fuerte mentalmente para soportar lo que conlleva ser un ex soldado de las
Fuerzas Especiales destinado a zona de conflicto bélico y no sucumbir después a
las heridas de un tormentoso pasado.
Uno de estos
ex agentes termina vagabundeando y malviviendo hasta que harto de las injusticias
y abusos de los que es testigo decide emprender una nueva vida y convertirse en
un “nuevo Robin Hood” entre comillas, es decir, hacerse con importantes
cantidades de dinero venido de manos no del todo limpias y destinarlo en gran
parte a los menos favorecidos por la sociedad. Todo ello sin olvidarse de su
propia familia y con una cierta propensión a la ingesta de bebidas alcohólicas.
Quizá menos
escenas de acción que las que nos tiene acostumbrados este actor protagonista
pero con un fondo interesante. No recomendada para menores.
NOTA: 7
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