Alex Proyas
es un director australiano que por nombre no es muy conocido pero que ha
llevado a escena películas no poco conocidas. Para esta en cuestión se hace
valer de las dotes interpretativas de Nicolas Cage, Rose Byrne y Chandler
Canterbury entre otros.
En 1959 y
durante la construcción de un colegio, se entierra una cápsula del tiempo que
se abrirá 50 años más tarde. Al hacerlo, junto con diarios y objetos de aquella
época, descubren un papel con una serie a priori indescifrable de números.
Cuando dicho documento llega a manos de un profesor de astronomía, este
empezará a hacer que dichas cifras tengan una escalofriante razón de ser.
No es terror,
no contiene escenas prohibidas, pero lo fantástico y quizá algo apocalíptico si
que aparecerá a lo largo de los 130 minutos de film.
NOTA: 9
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