Film inglés con poca
repercusión y que pasó sin pena ni gloria por la cartelera debido, quizá, a los
poco conocidos actores y director.
Un grupo de candidatos se
presenta a las pruebas para obtener un importante puesto de trabajo. Se les
lleva a una habitación donde cada uno tiene una silla, una mesa, un folio de
examen en blanco y un lapicero.
Las reglas son simples;
tienen un tiempo de 80 minutos para dar con la solución. No se pueden hacer
preguntas, no se puede abandonar la habitación y no se puede estropear el
folio.
Una película “de pensar” que
nos mantendrá en el filo de la intriga durante los 100 minutos que dura su
argumento con un claro final que muy pocos esperan.
NOTA: 9
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