La carrera como director de
Tony Scott se ve encumbrada por varias películas donde esta tiene un sitio
destacadísimo.
Junto con Top Gun, el
trabajo que más popularidad dio al por aquel entonces joven Tom Cruise, quien,
junto a Nicole Kidman forman la pareja inseparable de esta trama que huele a
gasolina y caucho quemado.
En un mundo tan apasionante
como las carreras de coches de alta cilindrada las sensaciones siempre tienen
que estar a flor de piel y la adrenalina ha de fluir como un caballo desbocado.
Así es precisamente como se nos muestra la vida de un piloto profesional que
lucha día a día, kilómetro a kilómetro por alcanzar nuevas metas, también en su
vida fuera de los circuitos.
Si eres fanático de la
velocidad y los vehículos de motor y cuatro ruedas, la visión de este film ha
de ser obligada.
NOTA: 10
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